jueves, 21 de abril de 2011


Cuando las cosas no van bien y todo se me escapa de las manos intento relajarme escuchando música, al final siempre acabo escuchando cosas tristes, pero también intento animarme con Dylan. Esta vez Bob no ha conseguido darme esa fuerza que necesitaba. La Perdición llama a mi puerta de nuevo, aunque esta vez intento entablar una bonita amistad con ella.

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